jueves, 26 de abril de 2012

Negocio tabacalero poco redituable para productores


Mientras una empresa tabacalera genera al año ganancias millonarias, un productor de tabaco sólo obtiene ingresos por aproximadamente 120 mil pesos.
En México, tres son los estados productores de tabaco, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Nayarit es el principal productor, en él se cultiva fundamentalmente tabaco fino, tabaco curado al calor y tabaco oscuro curado al aire; Veracruz, produce tabaco oscuro curado al aire al igual que Chiapas.
En la localidad de La Presa, ubicada en el municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit, la familia del señor Fidencio Gómez Martínez se dedica a la producción del tabaco desde hace ya varias décadas. Su nieto, Fidencio Gómez Bautista, explicó cómo es la producción del tabaco y lo poco redituable que desde hace 15 años resulta dedicarse a este negocio por los altos costos, lo mal pagado que es y el trabajo agotador que demanda, ya que el tabaco es un cultivo intensivo en mano de obra, que requiere por término medio unas 2.200 horas de trabajo por hectárea, más que cualquier otro tipo de cultivo. 
El proceso del tabaco comienza a finales de noviembre, “en este mes se prepara la tierra, se ara para posteriormente plantar el tabaco, el cual lo entrega la compañía con la que tenemos convenio, que es la British American Tobacco, en plantitas de 10 cm. Se riega, se fumiga y se abona la tierra; las plantas del tabaco alcanzan una altura de 1.70 metros, es un vástago con hojas de un promedio cada una de 40 cm.” Comentó Fidencio.
Cuando el tabaco alcanza dicha altura significa que ha llegado a una etapa de madurez, en la cual se puede proceder a cortar la hoja y ensartarla. El ensartado, explicó Fidencio, consiste en “colocar en agujas de 1 metro un hilo de 4 metros sobre el cual se distribuyen las hojas de tabaco. Una vez ensartado se cuelgan en galeras, que son estructuras de palos de mangle, para que se seque”.
El tabaco dura ensartado de tres a cuatro semanas; cuando está en el punto de deshidratación necesario se recoge sobre el hilillo hasta hacer la sarta más pequeña. “Con el tabaco compactado, se cortan los excedentes de hilo y se amarran de nuevo, quedan como una falta de hula hula, formando así un chapil, que es un montón de tabaco apilado”. Este proceso se hace en la madrugada para que el tabaco no se toste con el sol y permita su manipulación; se deja cinco días en el chapil para después hacer pacas de tabaco compactado y seco de un peso aproximado de 40 kilos, a este proceso se le llama enfardar y es necesario para la entrega a la compañía.
Aún cuando las compañías tabacaleras financian a los productores, los altos costos impiden que las ganancias sean mayores a los gatos que estos tienen.  Al inicio de la siembra la compañía provee al productor de todo lo necesario para el cultivo,  como son las plantas de tabaco, los químicos, el sueldo de los empleados, etc., no obstante, al final del periodo, que es en el mes de mayo, la empresa tabacalera cobra al productor todos esos gastos, dejando a éste con una ganancia neta de un 10 a un 20%.
La empresa a la cual le vende la familia del sr. Fidencio, la Britihs American Tobacco, es la segunda compañía tabacalera mas importante en México y en el mundo; en 1997 compró "Cigarrera la Moderna", compañía a la cual en un principio la familia vendía el tabaco. Sin embargo, al no tener una alta competencia, los productores tienen que aceptar los términos y condiciones que la compañía quiera a la hora de comprar el producto.
“Somos muchos los que cultivamos el tabaco pero sólo hay dos empresas que pueden comprarnos, yo como productor tengo competencia pero la empresa no, porque o le vendo a ella o me quedo con mi producción, es por eso que se ponen sus moños a la hora de comprarnos porque saben que de todos modos vamos a venderles. Preferimos ganarle poco a perder todo”. Así lo comentó Fidencio.
Las condiciones que llega a poner la compañía hacen que el costo de venta baje y es que el precio total varía de los 15 a los 30 pesos por kilo de tabaco dependiendo de la clasificación que otorgue la empresa. Esta es la principal barrera a la que se enfrentan los productores. Según Fidencio, el tabaco lo tienen que entregar seco, en fardos, que son las pacas de tabaco seco y empacado, con un peso de 40 a 50 kilos, si el peso es excedido la compañía regresa el producto y no lo recibe hasta que lleve las especificaciones correctas. Además del bajo costo al que compran es necesario que cumplan con las reglas que ellos ponen para su compra.
Comparación
La British American Tobacco, produce al año cerca de 12,500 millones de cigarros, lo que podría ser equivalente a 625 millones de cajetillas al año, considerando en promedio que cada cajetilla tiene 20 cigarros. Las marcas que maneja la compañía en nuestro país son Montana y Raleigh, los cuales tienen un costo alrededor de 35 a 40 pesos. Comparado con el costo de venta del tabaco, es un 70% más lo que cuesta la cajetilla que el costo del kilo del tabaco.
De un kilo de tabaco se pueden producir aproximadamente 2,300 cigarros, lo que equivaldría a 115 cajetillas. En este caso, la compañía invierte 30 pesos en tabaco y obtiene 4,600 pesos por su venta. Quitando los gastos de producción la compañía tabacalera obtiene una ganancia neta aproximada de 1,800 pesos por kilo de tabaco comprado.
No se sabe con exactitud cuál es la ganancia neta al final del año de una empresa tabacalera, no obstante, las ganancias netas al final del periodo para un productor están cerca de los 120 mil pesos, el 20% de la utilidad final. Los meses de producción que van de noviembre a mayo se pueden lograr ganancias de 600 mil pesos, sin embargo el 80% es pagado a la compañía por el préstamo para el trabajo de las tierras.
“Hace 15 o 20 años, el negocio de producción tabacalera era muy bueno, porque nos quedaba el 90% de las ganancias generadas. En épocas de cosecha había mucha productividad, hacían fiestas, la gente acostumbraba abarrotar los centros botaneros y las cantinas con amigos y familia, contrataban la banda y celebraban las ganancias del año trabajado. Pero de esa fecha para adelante todo cambió y las utilidades se redujeron en un 70% y no ha habido mejoras”, concluye así Fidencio.
Podría parecer increíble lo mal pagado que es el negocio tabacalero, quizá la pregunta que se realice es por qué es tan caro comprar cigarros si el tabaco, que es su materia prima es tan barato.


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